01 diciembre 2013

El agua no se termina, se desborda ante cualquier situación. A veces el sol se asoma y seca todo, no deja huella alguna. Pero otras veces la marea sube y deja mi vista borrosa, no me deja ver nada, el pensamiento se tambalea por tan alto precipicio. Y la gente no me ve, sigue sin entender, sigue pensando en por qué el cielo es azul. La verdad es que nunca ha querido saber pues ya hubiera tomado un libro para descubrir su gran misterio.

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