22 noviembre 2013

12 noviembre 2013

Él

No se por qué tu mamá se caso conmigo, de verdad que no lo sé.
Lo que si sé, es que si le pregunto a quién quiere más, pues claro que me dirá que a ustedes, a mi no, sino a ustedes. Las cosas cambian, él hombre no siempre está para aguantar a la mujer y la mujer tampoco para aguantar tanto martirio que le da el hombre, pero ahí siguen, juntos como si se pegaran con un chicle las espaldas, como si los obligaran, sin atarles las manos ellos saben que deben seguir.




Me platicaba con esa cara triste y con mirada caída, solo observaba el suelo. Sus ojos pequeños, su cara recia, me decía que ya es un viejecillo que al final siempre se termina amandolo desde lejos, eso dice la gente. 







11 noviembre 2013

La gente no entiende, no comprende ese pensamiento distante. No captura, no siente igual.









Un día cualquiera vino y dijo que era solo un sueño.