26 febrero 2011

El otro día camine del trabajo a mi casa, vi tantas cosas y otras tantas no. Pero el sonido del relámpago me hizo deleitar la frescura de la noche. No pensé en que Sofía me esperara en la puerta de mi casa, tampoco esperaba mojarme los zapatos por la lluvia, tampoco creí que se me perdería el rostro sobre la lluvia.

Ok y luego...

Me espere a que cruzara el coche rojo, y que se adelantara el chico en la bici. Me incorpore rápido a la otra acera de la calle, seguí pero esta vez me compre mi café del oxxo sabor vainilla. Con la lluvia y tanto relajo de la gente, no sabia que demonios iba tomado, si un café de vainilla o agua sucia del cielo, aunque no me importo, me pase por esa casa blanca, y ahí fue cuando la cosa cambio…

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