26 septiembre 2010
Igual de turbio e insensible
De amenazador e indagante.
Tan tuyo tan mío.
Y es que cada vez es diferente
pero no cambia la mirada,
tus ojos son iguales.
Nuestro sexo es apático e insensible
Carajo! Seguimos igual
Tu
Yo
Uno
Dos
Tres
Nuestro sexo es triste, es amargo
como los granos de café.
Es sucio, grotesco y encantador.
Nuestro sexo es curioso
Quizá es raro, no es malo hablar de eso.
O si?
Llenémonos de sangre
la boca
Que se reviente el pecho, que sea eso.
Tantas cosas.
Lo peor es que nunca lo hemos hecho...
Lorena Ramírez
Letra cursi
No se le ha olvidado, creo yo. Le dije que quería cambiar al mundo (exageración) con un toque de arquitectura disuelta en las letras, o bien, cuajarlas en la mente, diplomáticas hacia mí.
Quería embarrarlas en todos lados; en la pared de mi calle preferida, Madero. Pegarla en cada pedacito de suelo sucio y en cada hoja del árbol menospreciado por el humo de los coches. También le recordé querer volar. Aunque lo creyó infantil, superficial, imaginativo y estúpido. Pero le recordé que el aire de la noche es hermoso. Respíralo. No quiero saber conducir. No quiero una casa grande. No me gustan las flores.
Aunque le dije: “Le llevan cosas muertas a los muertos”.
Cosas – flores
Muertas- cortadas.
Flores muertas.
También le dije querer tocar la flauta nuevamente. Inclinar las armoniosas y delicadas notas a mi oído. Quise tocar más allá que un simple Do, Re…
También le dije que tejería unos guantes, morados, con los dedos sobresalientes. Que cambiaria a los 70´s por los 60´s o quizá por los 80´s. Ricé el cabello aunque no se me hiciera nada (de lo lacio de mi cabello) también me perforé mi ombligo, también mi nariz, los dos los quité. Para variar quise un tatuaje en mi cadera, no lo hice. Le conté mas cosas, le incline la cabeza, le saque la lengua y también le dije que no me quiero hacer vieja. No quiero ser anciana. Temo serlo.
No soy buena oradora de chistes. Buuu…
Eso. Sigo siendo la misma que se sonroja cuando le preguntan algo, eso es estúpido…. Jajaja
música: Natalia Laforcade- Otoño
23 septiembre 2010
22 septiembre 2010
21 septiembre 2010
CERO
qué digo cada día
cada minuto cada
bocanada de aire
muevo mis dedos como si pudieran
atrapar o atraparme
pero mi saldo disminuye
muevo mis ojos como si pudieran
entender o entenderme
pero mi saldo disminuye
muevo mis pies cual si pudieran
acarrear o acarrearme
pero mi saldo disminuye
mi saldo disminuye cada día
qué digo cada día
cada minuto cada
bocanada de aire
y todo porque ese
compinche de la muerte
el cero
está esperando
Mario Benedetti
Noche de tormenta.
Esta noche fue especial, hice que una persona después de tanto alboroto realizara el pago de su Nextel jaja; Alan me mostró su habilidad para la pintura y aquel hermoso dibujo a lápiz, terminé mojada de los zapatos feos del trabajo, y acabé cenado papas con mi amada cátsup.
No fue perfecto el día, pero estuvo bien para terminar.
17 septiembre 2010
16 septiembre 2010
Dedo
15 septiembre 2010
11 septiembre 2010
Mmmmm
Tictac tictac… el sonido del reloj no me dejaba mas que una tremenda impaciencia y desesperación, por fin alcance el sueño y el reloj sonó, ya eran las 7 am tenia que levantarme a la misma rutina de todo. Apague el despertador, me incline hacia la ventana y era como todos los días el cielo azul, el sol resplandeciente, la gente andaba como loca, de un lado para otro. El niño del periódico ahí estaba trabajando, el señor de la pipa, que por cierto nunca la prendía solo la llevaba en su boca para aparentar un señor de la alta clase: un burgués; y yo estaba ahí, como todos los días observándolos, tenia que verlos ya que siempre me asomaba para ver si alguien me veía ahí parada. Pero no, nadie volteaba a esa casa, a esa ventana y mucho menos me verían a mi.
Ya era tarde así que me dispuse a prepárame para mi salida.
¡Buenos días Lorena! – Buenos días señora Luz, Qué tal la mañana?- no quería preguntárselo por que cada que lo hacia llegaba tarde, siempre me contaba sus penas y esas cosas
– Ay no Lorena mira que mis hijos no me entienden y blah blah, solo veía como movía sus labios sin parar, la saliva se le salía de entre los dientes y casi la escupía hacia mi, sus arrugas ya eran mas notorias y las ojeras enormes como de esas englobadas, pareciesen que tenían hay el coraje de sus hijos
– Lo siento mucho señora Luz, me temo que me tengo que ir
- Si hija ve, anda ve qué Dios te cuide! Siempre me decía lo mismo "Que dios te cuide! No le prestaba atención a su despido, por que siempre era el mismo.
El autobús estaba parado, corrí lo mas rápido que pude y lo alcancé, estaba completamente atiborrado de gente ya no cabía mas, pero tenia que subir pues ya era tarde.
Las personas inquietas y desordenadas se encimaban unas a otras para poder subir, al cabo de un rato pude subir mas allá de la puerta pero dentro del primer vagón estaba un anciano quebradizo y triste, solo me puse a lado suyo y entré en calma, pues su deleitante aroma a elegancia me tranquilizó
El aroma del restaurante en junto hizo que mi delicado olfato y gusto se impacientaran, pero no podía bajar a comer algo, tenia que llegar.
Cuando por fin llegué a la hora justa. Salude. Puse mi pequeña mochila café en la mesa. Después de 45 min nunca llego el profesor, no se presento en el día. A causa, no se por qué causa, pero no llegó.
Mmmmmmmm jejeje
07 septiembre 2010
Soledades
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad
después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad
ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo
sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo
los datos objetivos son como sigue
hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola
si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente
después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad
conforme
pero
que vendrá después
de la soledad
a veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.
Mario Benedetti
06 septiembre 2010
Quisiera – No quisiera
Niño, creo que ya se fue, que lo perdí. Es que nunca lo he tenido.
No es angustia ni compasión, es más bien, estupidez.
Tampoco creo que terminaré la licenciatura, y no es que no quiera, sino que, no tengo tiempo. Sé que puedo ir sentarme y entender el portugués. Pero no es lo mismo decir Falar que decir habla; tampoco es lo mismo leer en náhuatl que leer Romeo y Julieta en francés. No es lo mismo.
No es que no quiera, es que me canso. Cansancio perdido. Mira que tengo muchas cosas que hacer