Estaba con esa mirada tan suya, triste y llena de dolor. Su boca era seca como el pasto en el invierno, tenia grietas llenas de sangre. Su esquelético cuerpo hacia poca sombra; se refugiaba ante la muchedumbre, murmuraba en las noches. Su cabello poco aseado y despeinado hacia que la gente lo mirara con sospecha. Era un hombre noble, pero todos creían que su monstruosa figura desteñida solo robaba aire a ellos, los ignorantes.